![Cirugía de Obesidad y apnea obstructiva del sueño (SAOS)](https://cdn.prod.website-files.com/5fecc6e719c71c2ba2a119a9/5ffd2a5bf9e78257e9f43a65_Weight%20Loss%20Surgery%20and%20Obstructive%20Sleep%20Apnea%20OSA.jpg)
Probablemente para muchos el término apnea obstructiva del sueño no será un término muy familiar, sin embargo se trata de un padecimiento de las vías respiratorias muy común en pacientes obesos y no tan obesos.
Ya que su diagnóstico no se realiza con una simple consulta y en muchas ocasiones pasa desapercibido o se les subestima, en realidad se trata de una seria enfermedad que pone en riesgo la vida del paciente y de quienes le rodean, ya que se trata de la enfermedad del sueño más grave que existe.
A continuación te explicamos de qué se trata y de cómo la cirugía de pérdida de peso puede contribuir a su mejoría o curación.
Se trata de una enfermedad muy seria, resultado de la obstrucción de la vía aérea superior, lo que provoca que el paciente deje de respirar por varios segundos durante el sueño.
Como mencionamos previamente, el diagnóstico del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño abreviada como “SAOS”, se realiza con un estudio llamado “Polisomnografía” (o estudio del sueño) el cual consiste en la observación visual y de ciertos parámetros clínicos como ondas cerebrales, niveles de oxígeno en sangre, respiración y frecuencia cardíaca durante el ciclo de sueño del paciente. Con base a los resultados de estos registros es que se llega al diagnóstico del SAOS.
Lo que suele suceder en estos pacientes es la presencia de episodios de apnea (cese total de respiración) y de hipopnea (respiración superficial y/o lenta). La sospecha de este diagnóstico por lo general viene por referencia de la pareja o familiar que observa cómo el paciente durante el sueño presenta un ronquido que es interrumpido por un episodio de silencio de varios segundos para después reiniciar con otro ronquido muy fuerte el cual abre de nuevo la vía respiratoria del paciente.
La explicación de porque la persona deja de respirar es que durante el sueño, cuando los músculos se relajan, las vías respiratorias se estrechan o se cierran al inhalar y la respiración puede ser insuficiente durante 10 a 20 segundos, lo que disminuye la concentración de oxígeno en la sangre y aumenta los niveles de dióxido de carbono. Esto a su vez provoca que el cerebro detecte dicha situación y se despierte brevemente del sueño para volver a abrir la vía aérea, pero el paciente está tan cansado que no se da cuenta de estos frecuentes y breves despertares que continúan durante toda la noche (se calculan de 5-30 episodios o más por cada hora de sueño) lo que explica el porque el paciente se despierta tan cansado a pesar de haber dormido “bien”.
Los signos y síntomas de la apnea obstructiva del sueño incluyen:
Indicadores altamente certeros de que se padece esta enfermedad
Algunas de las condiciones que propician esta enfermedad son:
Algunas de las complicaciones relacionadas con el Síndrome de apnea obstructiva del sueño son:
Existe una relación estrecha y proporcional de esta enfermedad con el grado de obesidad de la persona, ya que se reporta que del 60 a 90% de los pacientes que tienen un Índice de Masa Corporal igual o mayor a 30 padecen de SAOS, y dicha relación va en aumento conforme aumenta el peso del paciente.
En otras palabras entre más obesidad mayor es la posibilidad de padecer la enfermedad. La incidencia en la población general del SAOS es del 2 al 4% mientras que en personas obesas sube hasta el 45% de los pacientes.
Las razones por la que las personas que sufren de obesidad también sufren de SAOS son las siguientes:
Irónicamente y para empeorar la situación el mismo SAOS tiene una predisposición a provocar obesidad ya que aumenta el apetito y reduce la capacidad de la persona para mantenerse activo por la somnolencia tan severa que provoca, siendo el grado de somnolencia tal que hay pacientes que sufren accidentes de tráfico por no poderse mantener despiertos mientras manejan. Se estima un aumento en la incidencia de choques de 1 a 5 veces que en la población que no la padece.
En los casos de SAOS leve se pueden tomar medidas menos agresivas como:
Desgraciadamente el tratamiento médico para bajar de peso es inefectivo al largo plazo en más del 80% de los casos y lo único al alcance del paciente para mejorar su situación es el uso del CPAP (por sus siglas en inglés, Continuous Positive Airway Pressure) que consta de un aparato que se coloca en la nariz o nariz y boca al momento de que el paciente se va a dormir, y cuándo el aparato registra una disminución en el flujo de aire, impulsa aire a presión positiva para abrir la vía aérea.
Aunque este aditamento logra mejorar la situación del paciente previniendo la progresión de la enfermedad el apego al tratamiento dista mucho de ser óptimo, se calcula que solo el 46% de los pacientes que tienen su aparato de CPAP lo usan de forma “regular” siendo esto un uso de tan sólo 4 hrs en el 70% de los días. Y todavía más relevante es que este tratamiento no cura la enfermedad.
En la actualidad existen diferentes modalidades para abordar esta enfermedad:
No quisimos adentrarnos en las modalidades previas de tratamiento de la apnea obstructiva del sueño porque consideramos que si una persona que tiene SAOS y padece a su vez de obesidad (situación muy frecuente) no tiene mucho sentido dejar de lado una opción que no solo va a ayudar a resolver esta enfermedad respiratoria sino que ayudará a todo su organismo a estar más saludable y esta opción es la cirugía de pérdida de peso.
Hasta la fecha la cirugía bariátrica se considera la modalidad de tratamiento más efectiva ya que provee una mejoría significativa de la enfermedad o su curación a causa de una pérdida de peso sostenida y mejorando no solo la apnea obstructiva del sueño sino todas las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Poniendo esto en números, se hizo un análisis de 69 estudios en casi 14 mil pacientes que padecían de SAOS y se confirmó que la cirugía bariátrica como la manga gástrica y el bypass gástrico lograron, si no la curación, por lo menos una mejoría considerable de la enfermedad en un 75% de los casos, confirmando así su efectividad y los grandes beneficios que conllevan estos procedimientos en la resolución o mejoría de esta y muchas otras enfermedades relacionadas con la obesidad.
Es importante dejarte saber que si estás considerando la cirugía de pérdida de peso y padeces de esta enfermedad, primero tu cirujano bariatra deberá canalizarte con los especialistas adecuados para el manejo y control de la enfermedad antes de realizarte la cirugía que elijan en conjunto en base a tu situación específica. La enfermedad no contraindica ningún procedimiento bariátrico en particular, pero sí que puede condicionar la cirugía bariátrica si el estado funcional del paciente no es aceptable para asumir el riesgo quirúrgico y anestésico.
Hablando específicamente de la apnea obstructiva y la manga gástrica, existen estudios que confirman su eficacia como tratamiento definitivo aunque no inmediato de la enfermedad ya que la pérdida de peso es gradual y conforme se van reduciendo los depósitos grasos es como van mejorando los parámetros de la función pulmonar y del sueño, dicha mejoría se logra observar en el transcurso de los primeros 3 a 6 meses después de la cirugía.
Como puedes ver la apnea obstructiva de sueño es una seria enfermedad de la que el paciente muchas veces ni tiene conocimiento, sin embargo representa un grave riesgo no solo para la salud sino la vida misma del paciente, es por esto que tratamos de hacer conciencia entre nuestros lectores para que consideren ésta como una más de las tantas razones que existen para justificar el mínimo riesgo que representa la cirugía de manga gástrica u otro procedimiento bariátrico aprobado.
En la actualidad la apnea obstructiva del sueño se considera un parámetro por sí mismo que hace candidato a un paciente a cirugía bariátrica cuándo su índice de masa corporal es de 35 o mayor.
¿Te gustaría saber qué debes hacer para determinar si padeces apnea obstructiva del sueño? Contáctanos y te explicamos qué debes hacer para su diagnóstico.